Depende de la época cogeremos paraguas y botas, o gorro y gafas de sol para esta aventura. Nos adentraremos en el Mundo, famoso por sus chorros y reventones, podemos entrar al Parque Natural Calar del Mundo y de la Sima por Vianos o por Villaverde de Guadalimar, de esta forma entraremos por la parte noreste del Parque.
Vianos se encuentra en una planicie en lo alto de “la Peña”. Merece una parada este mirador, dónde podremos contemplar parte del Campo de Montiel y la mayor parte del valle del Guadalmena que cruza nuestra comarca. Pasear por las calles de Vianos es visitar uno de los pueblos que mejor conserva su arquitectura popular de fachadas blancos y rejería. La iglesia parroquial de San Sebastián de estilo Vandelviriano, sorprenderá al visitante.
Para los días de sol podemos ampliar nuestra visita a Vianos de paseo por “Vianos Viejo”. Aunque no existe señalización alguna es fácil distinguir restos de asentamientos de poblaciones pre-latinas, probablemente de carácter íbero, situadas cerca del curso del río Angorrilla.
Y si estamos en los alredores de este pueblo el 5 de enero, altamente recomendable es asistir al teatro que se celebra por las calles a la llegada de los Reyes Magos, “Auto de Reyes”. Este acto es único en Castilla La Mancha y de los pocos que se conservan en la Península, que los vianescos han conservado desde la Edad Media y que cuenta con la colaboración de los vecinos para poder llevarse a cabo.
Dejamos Vianos y nos adentramos en la Sierra del Agua, espectacular viaje tanto para autoturismo como para hacer rutas de senderismo. La pequeña población del Batán del puerto se ofrece como punto de salida para muchas de estas rutas.
Llegados a Riópar, además de ser conocido destino para visitar el Nacimiento del Río Mundo, fué un paraje muy importante en el S. XVIII puesto que allí se ubicó la primera fábrica de latón de España y la segunda de Europa. La razón de elegir este paraje fue porque a las faldas del Calar del Mundo existía la única mina de calamina que se conocía en ese momento, la mezcla de ésta con cobre, da como resultado el latón que para entonces era casi tan apreciado como el oro. Las Reales Fábricas de San Juan de Alcaraz trajo a numerosos maestros de Alemania y resto de Europa para enseñar a los ciudadanos los nuevos oficios. Hoy en día quedan algunas casas y edificaciones de la época, una de ellas rehabilitada para albergar el museo de las Reales Fábricas.